Un dilema dulce (y muy común)
En muchas recetas y conversaciones sobre postres, escuchamos hablar de bizcocho, pastel o torta como si fueran lo mismo. Aunque estos términos pueden confundirse o variar según el país, cada uno tiene sus particularidades.
Si alguna vez te has preguntado cuál es la diferencia entre ellos, aquí te lo explicamos de forma clara y sencilla. Spoiler: no todos los pasteles son bizcochos, y no todas las tortas llevan crema.
Bizcocho: la base esponjosa
El bizcocho es una preparación ligera y aireada que generalmente se usa como base para muchos otros postres. Sus ingredientes suelen ser huevos, azúcar, harina y a veces levadura o polvo de hornear. No suele llevar relleno ni cobertura por sí solo.
Características:
- Textura esponjosa y suave
- Suele ser sencillo, sin decoración
- Puede comerse solo o usarse como base para tartas
Ejemplo: el bizcocho genovés, el de yogur, el de vainilla simple.

Pastel: el postre decorado
El pastel (también llamado torta en muchos países) es un bizcocho relleno, decorado o cubierto con crema, chocolate, frutas o fondant. Se sirve en celebraciones como cumpleaños o bodas.
Características:
- Puede tener varios pisos o capas
- Lleva relleno y cobertura
- Se personaliza con diseños, colores y sabores
Ejemplo: pastel de chocolate con ganache, pastel de fresas con crema, pastel temático decorado.

Torta: el término más flexible
“Torta” es un término que varía según el país:
- En América Latina, muchas veces se usa como sinónimo de pastel decorado.
- En España, puede referirse a una preparación plana, a veces más seca o incluso salada (como la torta de aceite).
- En México, incluso puede ser un sándwich 😅
Por eso, en repostería, cuando hablamos de torta, casi siempre nos referimos a un pastel de celebración: relleno, decorado y especial.